Los juegos para desarrollar el lenguaje de los niños tienen la finalidad de enriquecer su vocabulario y mejorar su capacidad de expresión de manera fácil y divertida. En este post te voy a proponer distintos juegos para que tu hijo desarrolle un buen nivel de lenguaje.
El entorno condicionará de manera extraordinaria el lenguaje de nuestros pequeños y aportarle la estimulación y el apoyo que necesita es fundamental. Aquí te dejo las claves para facilitar el proceso de aprendizaje de tu hijo.
La importancia del lenguaje oral y su proceso de aprendizaje
El lenguaje es la capacidad de comunicar sentimientos y pensamientos a través de signos y sonidos. Es un elemento distintivo de los seres humanos que ha marcado la diferencia en la evolución del hombre y es de vital importancia por ser:
- el medio principal de comunicación entre los seres humanos.
- un elemento imprescindible para el desarrollo cognitivo de los niños.
- una herramienta para comprender y relacionarnos con el mundo que nos rodea.
- la base principal para adquirir las habilidades de la lectoescritura.
El proceso de aprendizaje del lenguaje es un proceso natural, que se desarrolla de manera espontánea a través de la imitación. El niño sólo aprenderá a hablar si está expuesto al lenguaje, aunque para hablar necesitará una maduración del sistema nervioso y cierto desarrollo cognitivo.
La familia juega un papel muy importante en el desarrollo temprano del lenguaje y una adecuada estimulación lingüística podrá prevenir posibles disfunciones o trastornos del habla.
El periodo sensible al lenguaje empieza desde el nacimiento. Para entender mejor como se desarrolla el proceso de adquisición del lenguaje en los niños podemos distinguir las siguientes etapas:
1. Etapa prelingüística (nacimiento-1 año)
Durante el primer año de vida los bebés realizan varios sonidos sin que haya una comprensión de su significado y el llanto será su principal medio de comunicación. Sin embargo, aunque todavía no esté listo para hablar, se está preparando ello y es muy importante que las personas que están a su alrededor, sobretodo los padres, le hablen constantemente.
2. Etapa lingüística (1 año- 6 años)
En esta etapa el niño empieza a ser capaz de expresarse verbalmente con la idea de comunicar significados. Se aprenden las primeras palabras. Aunque del 1 año-18 meses tienen mucha más capacidad de comprensión que no de expresión, en poco tiempo los niños pasarán de manejar pocas palabras a realizar frases con sentido. La capacidad de comprensión y expresión de vocabulario irán mejorando con los meses, siendo capaces de producir frases simples (de los 2 a 3 años) para formar relatos (de los 3 o 4 años). A partir de los 5 años adquirirán un uso del lenguaje más sofisticado. Su vocabulario será más rico y serán capaces de entender las metáforas, chistes, etc.
7 Juegos para desarrollar el lenguaje de los niños
No debemos olvidar que la finalidad principal de cualquier juego debe ser siempre la diversión, así que debemos observar a nuestro hijo y probar distintos juegos para ver cuáles les gustan o motivan más y cuales le ayudan más en su aprendizaje. También es importante ir variando para que el niño no se aburra.
1. La caza de los objetos (De los 2 a los 3 años)
Decimos el nombre de un objeto que esté en la habitación y pedimos a nuestro hijo que nos lo traiga. Podemos empezar por objetos más sencillos y luego ir incrementando la dificultad pidiendo objetos más sofisticados (como por ejemplo un colador, abridor…). Cuando el niño nos lo traiga le debemos repetir el nombre del objeto y darle una breve descripción del producto: «sí, esto es un colador y sirve para…».
Dependiendo la madurez del niño y las ganas que tenga de seguir jugando, podemos alargar el juego dejando todos los objetos que nos ha ido trayendo en una caja. Para guardar los objetos en su sitio, le pediremos que lo haga uno a uno cuando escuche la descripción que le damos nosotros de cada uno. Ej.: «Me gustaría que guardaras en su sitio el objeto que sirve para…». Entonces el niño deberá decir el nombre del objeto y guardarlo.
2. A ver si encuentras… (De los 2 a los 3 años)
Este juego lo he practicado mucho con mis hijos y a parte de encantarles les ha ayudado a adquirir un montón de vocabulario.
Podemos jugar con un libro que tenga muchas imágenes o sino con una revista. ¡Entonces le preguntamos…a ver si encuentras…un caballo! Podemos empezar preguntando por objetos más sencillos y corrientes e ir avanzando y preguntando sobre partes de objetos o sobre objetos menos corrientes. Cuando tenga conocimiento de un buen número de palabras básicas nos podremos centrar en temas más específicos y escogerlos guiándonos por sus intereses.
Puede ser de mucha utilidad hacerse con unos cuantos libros para aprender palabras. Allí podremos encontrar un montón de imágenes por temas y con el nombre escrito debajo de cada objeto. Normalmente hay una página dónde se nombran todas las imágenes sobre un tema y luego en otra página puedes encontrar todas las imágenes integradas en un dibujo con bastante detalle sobre el tema en concreto. Esto es de gran utilidad porque en un primer momento podemos jugar a encontrar objetos «a ver si encuentras…» y más adelante preguntarle por sus nombres «¿qué es esto?».
3. Clasificar los objetos según su lugar (De los 2 a los 3 años)
Debemos recortar o dibujar diferentes imágenes de objetos que se encuentren dentro de la casa, así cómo imágenes que representen cada habitación de la casa en su totalidad. Detrás de cada foto o dibujo podemos escribir el nombre del objeto o de la habitación.
Se trata de escoger una de las habitaciones, hablar de las características del lugar y de la actividad principal que se desarrolla dentro. Le podemos mostrar las imágenes de los objetos que se incluyen en ella y fijarnos si conoce sus nombres. Todo lo que sepa nombrar lo podemos poner debajo de la imagen de la habitación donde se encuentra.
Podemos empezar con las imágenes de objetos de la casa y podemos ir creando de nuevas sobre los temas que más le interesen (vehículos, animales, plantas…).
4. «Simón dice» (A partir de los 3 años)
Cuando ya conozca el nombre de muchos de los objetos que hay en una habitación le podemos proponer este otro juego. Este consiste en dar una orden sencilla a nuestro hijo precedida de las palabras «Simón dice». Si no decimos estas palabras el niño no debe obedecernos. Podemos empezar por órdenes sencillas e ir aumentando de manera progresiva su dificultad.
Las órdenes pueden consistir en que nos traiga algún objeto o nos señale alguna parte del cuerpo. Ej: «Simón dice: Dame la taza de té que tiene una estrella azul y que está en el armario de la cocina» o » ¿Puedes señalar tus pies con el dedo índice?».
Tanto si acierta cómo se equivoca debemos mantener un mismo tono de voz y evitar comentarios exagerados cómo: «Fantástico, eres un crack!» La idea es no dar mucha importancia al error. Por eso podemos intercambiar de vez en cuando los roles y asegurarnos que nosotros también nos «equivocamos» alguna vez.
5. Clasificar los objetos en función de sus características (A partir de los 3 años)
Debemos seleccionar unos cuantos objetos con distintas características (duros o blandos, ligeros o pesados, que se hunden o floten, etc.) y pedirle que los vaya clasificando en dos grupos en relación con la característica que se haya escogido para la selección.
Por ejemplo, en el caso que escojamos varios objetos que sean duros y blandos, los examinamos conjuntamente haciendo uso del tacto y dando pequeños golpes en la mesa para que el niño sea capaz de clasificar los objetos más duros en un lado de la mesa y los más blandos en otro.
A la hora de examinar los objetos podemos hacer uso de instrumentos, como un recipiente con agua (para hacer las demostraciones de los objetos que flotan o se hunden) o una báscula de cocina (para distinguir los objetos más pesados de los más ligeros).
6. Adivinar el nombre de un objeto sin verlo (A partir de los 4 años)
Podemos proponer este juego a nuestro hijo cuando ya sea capaz de describir los objetos, alrededor de los 4 años.
Le pedimos al niño que escoja un objeto y que lo traiga. Deberá observarlo y describirlo sin decir el nombre del objeto. Nosotros deberemos adivinar de qué objeto se trata con los ojos tapados con una venda.
Podemos ir intercambiando los roles de vez en cuando.
7. Adivina lo que hago! (A partir de los 4 años)
Esta actividad será más adecuada a partir de los 4 años. Pediremos al niño que adivine la palabra correspondiente a la acción que estamos representando mediante mímica (ej.bailar, caer, saltar, comer, bostezar, leer, etc.).
Después de unas cuantas acciones podemos intercambiar los roles.
Espero este post te haya servido para adquirir nuevas ideas. ¿Juegas a alguno de estos juegos con tu hijo? Si te apetece, puedes dejar un comentario compartiendo tu experiencia. Estaré más que encantada de leerte y responder a tus comentarios.